Esclavas orientales para europeos

Hay un género en arte muy particular: el orientalismo. Consiste en el modo en que un europeo "ve" a los "pueblos inferiores". La esclavitud de las mujeres es festejada con creaciones producidas por artistas que venderán sus obras a hombres deseosos de mirar a mujeres que siempre andan desnudas, que tienen cuerpos sensuales y que posan de modo provocativo. Cualquiera, en el siglo XIX y comienzos del XX, sabía esto: Las mujeres de Oriente viven sin ropas y no hacen ninguna otra cosa que estar preparadas para tener relaciones sexuales. Por supuesto, el orientalismo, también, trató otros temas, además de la vida de los harenes. Unos camellos, un bazar lleno de telas, alcanzaban para dar el "toque" oriental y mostrar a gente diferente y, notoriamente de una "raza inferior". El orientalismo, en esencia, implicaba una  mirada ideológica del hombre europeo hacia los pueblos a los que consideraba inferiores. Por supuesto, la calidad de las obras no está en discusión en cuanto a la técnica y la composición. Muestro cuatro cuadros muy conocidos.

Jean Leon Gérome (La piscina en el harén)
Théodore Chassériau (Desnudo en el harén)
Eugéne Delacroix (Odalisca)
Jean Leon Gérome (El mercado de esclavos)