Un poema de Octavio Paz

ESPEJO

Hay una noche,

un tiempo hueco, sin testigos,una noche de uñas y silencio,
páramo sin orillas,
isla de yelo entre los días;
una noche sin nadie
sino su soledad multiplicada.

Se regresa de unos labios
nocturno, fluviales,
lentas orillas de coral y savia,
de un deseo,erguido
como la flor bajo la lluvia, insomne
collar de fuego al cuello de la noche,
o se regresa de uno a mismo a uno mismo,
y entre espejos impávidos un rostro
me repite a mi rostro, un rostro
que enmascara mi rostro.

Frente a los juegos fatuos del espejo
mi ser es pira y es ceniza,
respira y es ceniza
y ardo y me quemo y resplandezco y miento
un yo empuña, muerto,
una daga de humo que se finge
la evidencia de sangre de la herida,
y un yo, mi yo penúltimo,
que sólo pide olvido, sombra, nada,
final mentira que lo enciende y quema.

De una máscara a otra
hay siempre un yo penúltimo que pide.
Y me hundo en mí mismo y no me toco.


Octavio Paz (1914-1998), poeta y escritor mexicano.