Flannery O´Connor (1925-1964) es una de esas escritoras del sur de Estados Unidos que escriben muy bien y siempre encuentran la forma de crear personajes muy complejos y que se meten en situaciones que empiezan siendo cotidianas y terminan en tragedia.
Flannery se enfermó de lupus y decidió refugiarse en su granja, rodeada de pavos reales, que le gustaban tanto como a otros los perros o los gatos. En la granja fue sintiendo la descomposición de su cuerpo y esperó la muerte, que se la llevó a los treinta y nueve años.
Para entonces, había escrito dos novelas, de la que Sangre sabia (Blood Wise) es la mejor y que tiene un argumento en el que están presentes los temas recurrentes en su obra: el bien y el mal; la redención cristiana, la desconfianza. La escribió en 1952 y, al otro año, publicó en una revista su obra maestra: "Un hombre bueno es difícil de encontrar" ("A Good Man Is Hard to Find").
El cuento tiene dos personajes que dominan la historia: la abuela (que no tiene nombre y es la protagonista) y el Inadaptado (The Misfit), como se llama a sí mismo. La historia puede resumirse en pocas líneas: una familia (el padre, la madre, un hijo de ocho años, una hija, de siete; un bebé y la abuela) se van de viaje a Florida. La abuela menciona varias veces que un asesino serial se escapó de la cárcel.
Durante el viaje, el coche vuelca. Nadie sale herido de gravedad, pero tienen que esperar que aparezca otro automóvil en un camino poco transitado. Un coche aparece y se detiene. Bajan tres hombres. Uno tiene anteojos. La abuela lo reconoce y se lo dice. Es el Inadaptado, en compañía de otros dos asesinos que se fugaron con él.
Mientras la abuela y el Inadaptado conversan, él le dice a los otros dos que se lleven al padre y al hijo al bosque y le peguen dos tiros a cada uno. La abuela escucha los disparos y comienza a rogar por su vida. Los dos hombres regresan y se llevan a la madre, la niña y el bebé. La abuela le pide al Inadaptado que rece y le dice que busque salvarse. Mientras los dos hombres asesinan al resto de la familia, la abuela sigue pidiendo piedad para salvar su vida. El Inadaptado la mata de dos tiros. Y dice: "Hubiera sido una buena mujer si hubiese habido alguien que le pegase un tiro cada minuto de su vida".
Años después, le preguntaron a Flannery sobre el cuento. Ella respondió: "Es una familia masacrada por un asesino serial". Y es así. Pero los críticos le han encontrado al cuento múltiples interpretaciones en las que mezclan la redención, Cristo, la moral, un poco de todo. Lo que yo creo es que una cosa es analizar un cuento de Borges con números cabalísticos, pieles de jaguares y laberintos, y otra muy distinta a una escritora estadounidense que, como los demás, se caracterizan por el casi inexistente empleo de símbolos.
Los escritores sureños, Faulkner o McCullers, tienen temas que repiten: el racismo, los problemas sociales, la violencia, el cristianismo. Y crean personajes que salen de lo común: blancos que nacieron de negros, viejas que se encierran con los cadáveres de sus maridos, mujeres solitarias que se casan con enanos, todo escrito con desmesura, con pasiones exaltadas que, de no tener la extraordinaria destreza literaria que tienen, las historias parecerían teleteatros mexicanos.
"Un hombre bueno es difícil de encontrar" es un buen cuento, escrito por una buena escritora. Pero el cuento no tiene el nivel de "Una rosa para Emily". Y la escritora tampoco le llega al hombro a Faulkner o McCullers. Para decirlo claro: creo que cuento y escritora son buenos, pero están sobrevalorados.
Es lo que me parece.
Julia Maya Mussi